20221011 LOS BENEFICIOS DE DISFRUTAR DE UN BUEN AMBIENTE LABORAL

¿Te has parado a pensar, cuántas horas dedicas al trabajo y en el puesto de trabajo?

Mínimo un tercio del día, lo dedicamos al desempeño de nuestras responsabilidades y tareas de nuestro trabajo. Es por esto que, la percepción que tengamos del ambiente laboral en nuestra empresa, va a marcar nuestro ritmo, actitud y dedicación en el desempeño de nuestros cometidos

Estamos hablando del ambiente laboral que se respira y percibe por las personas que conforman el conglomerado que significa LA EMPRESA.

Diversos estudios realizados en diferentes compañías, deducen que, el buen ambiente laboral en éstas, sistemáticamente refleja personas y organizaciones más productivas. Algunos de estos análisis, confirman que las personas con un ambiente laboral sano, llegan a ser un 15% más productivas que las personas que no disponen de éste.

Pero, ¿Cuáles son los beneficios de un buen clima laboral?

A continuación, se indican una serie de BENEFICIOS de crear un buen clima laboral en nuestra organización:

  • Aumenta la productividad del personal.
  • Disminuye de la rotación.
  • Personas más sanas psicológicamente. Conseguimos reducir el estrés laboral o burn out.
  • Favorece la comunicación interna.
  • Favorece la implicación de la plantilla en la empresa y sus objetivos.
  • Favorece la cultura de empresa.
  • Mejora la imagen de marca de la empresa.
  • Incrementa la confianza, la proactividad, la sensación de pertenencia y la conformación de equipos cohesionados.

Estos beneficios, como hemos comentado anteriormente, son consecuencia de un clima organizacional sano, que consigue personas trabajadoras felices.

¿Cómo lograr un ambiente laboral positivo?

Para lograr encontrar el equilibrio en tu empresa y tener un ambiente laboral positivo, te indicamos una serie de tips o recomendaciones que puedes aplicar desde ya mismo:

  • Vamos a empezar por la base, ocúpate de que el espacio laboral sea atractivo y se encuentre limpio y ordenado. Parece algo obvio, pero las condiciones en las que se encuentre nuestro espacio de trabajo, van a reflejar lo cómodos o no que vamos a encontrarnos en el mismo.
  • Cuida la comunicación interna. Comunicarse no se trata únicamente de hablar, sino también de escuchar. Trata de dejar hablar y habla cuando sea necesario y las personas sientan que, además de indicarles las directrices necesarias, se escuchan sus inquietudes y comentarios. Preocúpate por preguntar e interesarte por tu plantilla.
  • No demuestres estrés en momentos de crisis. Evita provocar situaciones de estrés que contagien al resto y cambie en seco el ambiente laboral. Las personas nos contagiamos de las actitudes y actuaciones de nuestro entorno. Ante las situaciones de crisis, calma y a actuar. ¡La actitud positiva se contagia!
  • Facilitar la conciliación familiar. Cuando las personas saben que existe flexibilidad para compaginar la vida laboral y personal, evitamos que las personas se estresen por cómo hacerlo. Personas que, en caso de necesidad, estarán predispuesta s a arrimar el hombro por el bien de la empresa.
  • Demuestra confianza en la plantilla. Otorga la confianza y autonomía que las personas requieren para sentirse útiles y parte necesaria de tu organización. Aprovecha para reconocer a las personas, todo aquello que suma a tu empresa y que las personas realizan de una manera satisfactoria.
  • Cubre, o ayuda a cubrir, las necesidades formativas antes de que suponga una razón para el desencuentro o situaciones de agobio para tu plantilla. Si las personas vemos que nuestra formación es parte de nuestro desarrollo, sentiremos que tenemos metas y retos que superar.

Que las personas somos nuestra mejor versión cuando nos sentimos realizadas, es evidente, pero si está en nuestras manos favorecerlo, ¿por qué no empezar ahora mismo?