Históricamente, se ha seguido un modelo de consumo de recursos lineal que consistía en la extracción de materias primas, su transformación para producir bienes y ofrecer servicios que nos eran necesarios y, tras su consumo, la generación de un desecho.
Durante el propio proceso también existían varias ineficiencias que suponían una mayor generación de residuos.
Por otro lado, se empleaban energías no renovables y combustibles, que suponen una mayor emisión de gases contaminantes.
En respuesta al consumo de recursos lineal, surgió el modelo de consumo de recursos circular. Esa economía circular tiene como objetivo que todos los materiales, recursos y productos mantengan su valor durante su ciclo de vida.
Por eso, la economía circular trata de eliminar la generación de residuos, aprovechando cada salida de material para producir nuevos productos. Y, para una completa sostenibilidad, sus principios se basan en el uso de energías renovables y productos químicos no peligrosos.
HACIA UNA ECONOMÍA CIRCULAR EN LA EMPRESA
La transición de las empresas hacia la economía circular exige una adaptación de estas en lo que a sus hábitos de consumo, compras, gestión de residuos, procesos internos, etc. se refiere.
¿Qué tipos de herramientas, sistemas y certificaciones existen para mejorar el desempeño medioambiental de la empresa y avanzar hacia una economía más circular?
Trata de ayudar a las empresas a identificar cuáles son los aspectos de la economía circular a los que deben dirigir sus esfuerzos y a qué estándares internacionales específicos para la circularidad corresponden y deben enfocarse.
Permiten a las empresas conocer su desempeño medioambiental. Así, tras determinar cuál es el impacto medioambiental de la entidad como consecuencia de su actividad, se pueden proponer acciones para mejorarlo.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por las Naciones Unidas tratan de conseguir una sostenibilidad social, económica y ambiental. Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con el medioambiente están: (6º) agua limpia y saneamiento, (7º) energía asequible y no contaminante, (9º) industria, innovación e infraestructura, (12º) producción y consumo sostenible, (13º) acción por el clima, (14º) vida submarina y (15º) vida de ecosistemas terrestres.
Los procesos de ecodiseño pretenden favorecer la economía circular empezando desde el propio diseño del producto con la incorporación de nuevos materiales, la sustitución de productos químicos por otros no peligrosos, la búsqueda de nuevos proveedores, los cambios en las especificaciones, etc.
El análisis del ciclo de vida pretende ayudar a la economía circular analizando el impacto medioambiental de un producto desde la adquisición de materia prima hasta el reciclaje tras su consumo. Así se puede identificar el origen y tomar medidas que lo reduzcan.
La medición de huella de carbono pretende colaborar con la economía circular ayudando a conocer y reducir la contribución de un producto o una compañía al cambio climático. Es importante saber cuál es el impacto, para tratar de reducirlo manteniendo la coherencia.
Si tu empresa necesita información sobre estas herramientas, sistemas y certificaciones o alguna otra cuestión medioambiental, contáctanos sin compromiso.
Nuestro equipo especializado en Medio Ambiente estará encantado de ayudarte. Vía telefónica llamando al 943 28 75 01 o, si lo prefieres, envíanos un mail a grupogisma@grupogisma.com .